Una temporada más hemos disfrutado, bueno seguimos disfrutando, de las habas recién cosechadas del huerto.
Como podéis imaginas las habas son muy ricas nutricionalmente hablando. Nos aporta, entre otras muchas cosas, fibra, vitaminas y minerales. Qué más se puede pedir.
Por supuesto se pueden consumir en crudo, incluso la flor y la vaina hay gente que las aprovecha para cocinar. Se puede decir que se aprovecha el total de la planta ya que las matas de las habas una vez ya acaban su ciclo de vida se encargan de enriquecer la tierra para futuros cultivos.
Las habas (vicia faba) pertenecen a la familia de las leguminosas como los guisantes, lentejas y garbanzos. Por lo tanto los frutos vienen en vainas de longitud variable y la verdad es que nos hemos encontrado con algunas muy largas, no teníamos el flexómetro a mano pero según manera algunas vainas pueden alcanzar los 35 cm. y por tanto también las habas que hay dentro pueden variar entre 2-9 granos.
Las habas se pueden empezar a recolectar casi desde que aparecen, para consumirlas bien tiernas, hasta que las vemos de buen tamaño. Cuando la vaina empieza a oscurecerse es cuando las habas empiezan a ponerse duritas.
A la hora de recogerlas de la mata basta con un tirón (con la mano) a la vez que la giramos para soltarla de la planta. También nos podemos ayudar de una tijeras.
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