Esta temporada hemos probado a cultivar fresas en maceta.
Fue un regalo de unos amigos, el contenedor con sustrato y una semillas. La verdad es que han salido muchas pero no las suficientes para satisfacer nuestros paladares, ya que están buenísimas.
Sería estupendo contar con un suministro propio e interminable de fresas. En la próxima temporada vamos a probar con una mayor cantidad de semillas.
Para que todo vaya bien es necesario tener en cuenta algunos factores que intervienen en el cultivo de estas delicias.
1. Elegir la variedad. Existen 3 grupos de fresas; las silvestres, las de cultivo y los fresones.
Podemos probar con la que más nos guste o con la que mejor se adapte a nuestra zona.
Dentro de estos grupos existen multitud de variedades unas más precoces que otras, más gruesas, diferentes tonos etc.
Nosotros probablemente sembraremos semillas de "fresones 4 estaciones" y "fresas del bosque" o "fresa rubí"
2. Escoger la ubicación. A pleno sol es como las fresas mejor se lo pasan. Les encanta el astro rey, por tanto, conviene cultivarlas en un lugar donde reciban el mayor número de horas de sol.
3. Poda. Para asegurarnos que la mayor parte de nutrientes se concentran en el tallo principal, conviene controlar y retirar los "corredores" o tallos largos que crecen rápidamente y de forma desmesurada, vamos, como si fueran chupones.
4. Cultivo cama elevada. Si vamos a utilizar este método de cultivo es aconsejable que antes no se hayan cultivado tomates, berenjenas o pimientos durante un par de temporadas.
5. Riego. Las fresas son muy exigentes en cuanto a riego se refiere. Es conveniente repartir mucho los riego y que sean numerosos para mantener cierta humedad en el terreno.
6. Abonado. El fresón también es exigente en materia orgánica por lo que es aconsejable abonar la tierra con estiércol bien desmenuzado, mezclado y enterrado durante las labores de preparación del terreno.
7. Macetas. Las fresas también se pueden cultivar en macetas de manera fácil. Para ello se recomiendan contenedores de 15-20 centímetros de profundidad con un diámetro de unos 20 cm.
Fue un regalo de unos amigos, el contenedor con sustrato y una semillas. La verdad es que han salido muchas pero no las suficientes para satisfacer nuestros paladares, ya que están buenísimas.
Sería estupendo contar con un suministro propio e interminable de fresas. En la próxima temporada vamos a probar con una mayor cantidad de semillas.
Para que todo vaya bien es necesario tener en cuenta algunos factores que intervienen en el cultivo de estas delicias.
1. Elegir la variedad. Existen 3 grupos de fresas; las silvestres, las de cultivo y los fresones.
Podemos probar con la que más nos guste o con la que mejor se adapte a nuestra zona.
Dentro de estos grupos existen multitud de variedades unas más precoces que otras, más gruesas, diferentes tonos etc.
Nosotros probablemente sembraremos semillas de "fresones 4 estaciones" y "fresas del bosque" o "fresa rubí"
2. Escoger la ubicación. A pleno sol es como las fresas mejor se lo pasan. Les encanta el astro rey, por tanto, conviene cultivarlas en un lugar donde reciban el mayor número de horas de sol.
3. Poda. Para asegurarnos que la mayor parte de nutrientes se concentran en el tallo principal, conviene controlar y retirar los "corredores" o tallos largos que crecen rápidamente y de forma desmesurada, vamos, como si fueran chupones.
4. Cultivo cama elevada. Si vamos a utilizar este método de cultivo es aconsejable que antes no se hayan cultivado tomates, berenjenas o pimientos durante un par de temporadas.
5. Riego. Las fresas son muy exigentes en cuanto a riego se refiere. Es conveniente repartir mucho los riego y que sean numerosos para mantener cierta humedad en el terreno.
6. Abonado. El fresón también es exigente en materia orgánica por lo que es aconsejable abonar la tierra con estiércol bien desmenuzado, mezclado y enterrado durante las labores de preparación del terreno.
7. Macetas. Las fresas también se pueden cultivar en macetas de manera fácil. Para ello se recomiendan contenedores de 15-20 centímetros de profundidad con un diámetro de unos 20 cm.