Plantando olivos en el huerto.

Hemos plantado 25 olivos en el huerto de los cuales 4 han sido traídos de viveros y los restantes resultado de estacas a partir de olivos madre adultos.
Los olivos del vivero son de la variedad "alfafara". Esta variedad suele tener una productividad elevada con respecto a otras variedades, es de porte abierto y maduración tardía. Por contra es más susceptible a las heladas que otras variedades.
El aceite que produce este olivo tiene un tono dorado, como no podría ser de otra forma, es decir, oro líquido para la cocina. Tiene matices amargos y picantes en el paladar.

El resto de olivos son de la variedad "blanqueta". Una variedad muy común por el mediterráneo español. Los frutos son sensibles a las heladas suele tener una entrada en producción precoz y una alta productividad.


Hace dos años hicimos estacas o esquejes a partir de olivos madre y los plantamos en tierra, todos en una hilera para "criarlos". Los hemos estado regando de forma periódica hasta que han enraízado y están listos para ser plantados en su lugar definitivo.

Olivo arrancado enraízado.

Como podéis ver cuentan con un buen sistema de raíces lo que eleva el porcentaje de éxito una vez replantados en su nuevo emplazamiento.

Se trata de ir descubriendo la tierra alrededor de los olivos para poder sacarlos con facilidad, e intentando hacer el menor daño posible a sus raíces. Para ello regamos la tierra el día anterior. De esta manera conseguimos que el suelo quede más tierno y más suelto a la hora de arrancar los olivos. Las raíces salen con más facilidad.

Descubriendo las raíces del olivo.

Una vez son descubiertos y retirados del suelo, los olivos los llevamos a su lugar de destino, cuanto antes mejor el mismo día) para que los árboles no sufran y las raíces se puedan estropear.

Olivos listos para replantar.

Estos son los olivos de los viveros, variedad "alfafara", viene en maceta perfectamente enraizados. El éxito de arraigue está asegurado.
Estos olivos los vamos a plantar , tal cual y no realizaremos poda alguna hasta pasar uno o dos años, según su evolución. A partir de ahí empezaremos con la poda de formación.

Lo primero es hacer los hoyos. Para los que viene en maceta no es necesario hacerlos tan grandes como para los que hemos arrancado.  Estos últimos, al venir con raíces gruesas, largas ya desarrolladas, adaptamos el agujero a las raíces para que quepan bien y no se rompan...

Hacemos el hoyo, echamos medio cubo de agua dentro del hoyo y colocamos el olivo, a continuación tapamos con tierra el agujero y con ayuda de los pies compactamos la tierra alrededor del tronco del olivo para eliminar posibles bolsas de aire, quede bien apretada la tierra y el olivo queda bien sujeto y firme.
Aprovechamos para enderezar el olivo lo máximo posible, para que crezca erguido. Si es necesario nos podemos ayudar de un tutor que clavaremos al lado del árbol y al que sujetaremos el olivo seguidamente.

Una vez tenemos el olivo plantado formamos un alcorque con la tierra de alrededor para echar un buen riego al arbolito y que las raíces ya puedan empezar a nutrirse y desarrollarse.

Por último, llega la hora de dar la primera poda a estos olivos replantados. Normalmente todo árbol replantado sufre un periodo de adaptación en el que las ramas y hojas ya existentes no suelen desarrollar bien o con la rapidez deseada. Para facilitar este periodo de adaptación podamos el olivo como si se tratara de una estaca o esqueje recién plantado, con la ventaja de que estos olivo ya cuentan con un sistema de raíces que ayudará a que los nuevos brotes salgan rápido y con vigor.

Bueno, este el aspecto final que presentan los olivos podados, parece como si hayamos plantado estacas o esquejes directamente. Ahora a regar de forma periódica sobre todo las primeras semanas. Hasta la vista.

Olivo podado